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Stella, 23 años

Empezó con abuso emocional. Nos mudamos cuando se alistó en el ejército y me separe de mi familia y amigos.

Aislada. Yo era dos personas diferentes: la persona que el público veía y la que realmente conocía y mantenía oculta. Trabajé extraordinariamente duro para ocultar los moretones y cortes, y el trauma. Una persona que caminara en mis zapatos en ese momento habría estado usando tacones hermosos, causando en secreto las ampollas más dolorosas.

Empecé a pensar en irme cuando me dislocó el hombro y me quebró el dedo. Mientras estaba con mi familia, dormí toda la noche. No era responsable del estado de ánimo de otra persona, y finalmente sentí que pensaba con claridad.

Decidí irme. Durante la mudanza, cerró la puerta y me mantuvo secuestrada. Experimenté la peor paliza antes de que mi familia encontrara al administrador del apartamento para abrir la puerta.

Una vez que supieron la verdad, mi familia me apoyó de inmediato y continúa haciéndolo hoy. Uno de los primeros pasos más grandes es hablar y ser escuchado. Cuando alguien confía en otra persona lo suficiente como para revelarlo, es necesario creerle. Hay tantas barreras para salir de la situación abusiva y hacerlo con éxito es una misión enorme.

Quiero que sepas que no puedes simplemente dejar tu relación abusiva. Suena extraordinariamente fácil simplemente levantarse y salir de una relación abusiva. Con el tiempo, reconozco que estaba siendo abusada, pero opté por permanecer en la relación porque me parecía imposible irme. Mi familia estaba a tres estados de distancia. No le conté a nadie sobre mi abuso. Quería creerle cuando dijo que cambiaría. Trabajaba a tiempo parcial y no tenía estabilidad financiera. Solo teníamos un automóvil que él conducía diariamente. Tenía miedo de lo que pasaría si me iba, tanto a mí por irme como a mis gatos porque me fui. En mi perspectiva, me faltaban opciones.

Acepto que siempre tendré una incapacidad persistente para confiar, momentos de tristeza prolongada y ansiedad. Sin embargo, estoy muy orgullosa de mi recuperación después de algo tan horrible. Ahora, uso lo que he aprendido para apoyar a otros.

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